Cuando Gabriel García Márquez murió hace unos días, su muerte fue de lo único que se habló en redes sociales. La gente ponía fotos, citaba frases, adjuntaba a sus comentarios enlaces a noticias… La Vanguardia (periódico catalán) publicó la última entrevista que concedió Gabo hace unos años, y el lunes incluso publicó el primer capítulo de una novela inacabada e inédita: En agosto nos vemos (que Márquez guardaba en su cajón desde 1999 a la espera de un final que para él valiera la pena)
Mucha gente criticó el aspecto viral de la noticia de la muerte de García Márquez, pero las redes sociales son así: cualquier noticia relevante o irrelevante se convierte rápidamente en viral, y todo el mundo lo comenta, sepan de que va el tema o no.
En el caso de Gabo, yo creo que él se merece ser “el tema más viral posible”, se merece eso y mucho más. Si gente que nunca ha leído sus libros ahora deciden intentarlo, todo este «ataque de tuits y posts» habrá valido la pena.
Yo quiero aprovechar mi web, mi blog, mi plataforma, para despedirme aquí de Gabo y para darle las gracias infinitas por haber marcado mi infancia, mi adolescencia y mi vida entera.
A los 10 años leí por primera vez Cien años de soledad, libro que he leído innumerables veces. Macondo se convirtió en una segunda casa, los Buendía en mi familia….
He leído casi todos los libros de García Márquez, he entendido algunos (porque no puedo decir que los he entendido todos). He reído y llorado… Vivir para Contarla es mi autobiografía favorita en el mundo (es fascinante conocer donde nació el realismo mágico de Gabo), y algunas de sus historias me han marcado para siempre, como El rastro de tu sangre en la nieve (a veces mientras camino por la calle me vienen a la mente frases enteras de esta apasionada historia de amor).
Tengo en mi casa todos sus libros, los he leído y releído, y los seguiré leyendo.
Porque Gabo ya no está con nosotros. Ya no nacerán mas libros de su pluma, ahora solo nos queda su obra, su legado… pero es un legado eterno, plagado de historias que aunque ya las hayamos leído, nunca se volverán aburridas ni «viejas», porque son perfectas, son magia pura. Si la familia de García Márquez decide algún día publicar En agosto nos vemos, tendremos la fortuna de despedirnos de él de una manera más digna, parecerá que no nos ha dejado tan huérfanos como ahora nos sentimos. Si la novela nunca se publica, podremos imaginarnos un desenlace, podremos viajar junto a Ana Magdalena todos los 16 de agosto a la isla y acompañarla a dejar flores a la tumba de su madre.
Pero pase lo que pase, yo con estas palabras lo que quiero decir es: Adiós y Gracias Gabo.
Gracias y gracias y gracias….