En mi última entrevista de trabajo me preguntaron si tenía pensado quedarme embarazada en el próximo año. Esa pregunta, no solamente es injusta y discriminatoria, sino que además es ilegal.
Hasta ese día, hace casi tres años, yo nunca me había sentido en una situación de inferioridad por ser mujer. Lo peor del asunto es que la persona que me entrevistó era una mujer.
Ayer fue el Día Internacional de la Mujer, un día donde nos unimos todas para pedir igualdad de condiciones en todos los aspectos de nuestras vidas.
Yo he sido una privilegiada siempre. Soy nieta, hija, hermana, prima, sobrina y tía de mujeres poderosas, inteligentes, exitosas, luchadoras… Cada una de estas mujeres de mi familia ha vivido sus propias situaciones personales y profesionales, pero todas ellas han sabido demostrar que pueden con los que les ponga por delante.
Y yo, como mujer, excepto en esa entrevista, nunca había sido discriminada. En el colegio, universidad, en mis trabajos, en mi época como tenista, en todas mis etapas, siempre he intentado que se me valore por mi trabajo, y siempre he pensado que mi manera de ser y de actuar han sido mi carta de presentación y lo que ha determinado mis éxitos (y mis fracasos). Nada más. Y nada menos. Yo soy yo, simplemente. Soy mujer y soy humano.
Pero este día no va de mí. Este día es de todas, sobre todo las que han sufrido y no han tenido voz. Las que son víctimas de violencia de género, de acoso laboral y sexual, las que han sido mutiladas (más de 200 millones de mujeres han sido sometidas a la práctica de la mutilación genital), las que han sido violadas, las que no les dan un trabajo porque contestaron que sí, que tenían intención de quedarse embarazadas en el próximo año, y las que, cuando se quedaron embarazadas, las despidieron o las bajaron de categoría laboral.
También es un día para recordar a las grandes mujeres luchadoras de nuestro pasado, las que lo dieron todo para que hoy estemos aquí, para que tengamos voz y podamos decir lo que queramos, para que ya no tengamos miedo, para que nos sintamos poderosas y capaces.
Ayer fue nuestro día, hoy también lo es, y mañana y los que vienen también. Nosotras vamos para adelante…
«Here’s to strong women. May we know them. May we be them. May we raise them.» – encontrado ayer en Internet